Lo primero que debes saber es que las impresoras de tinta y las de láser funcionan de formas diferentes.
- La impresora de inyección tinta utiliza un cabezal con diminutas boquillas a través de las cuales pulveriza la tinta sobre el papel. La tinta está almacenada en uno o dos cartuchos (generalmente uno de tinta negra y otro de color, con los colores magenta, cyan y amarillo).
- La impresora láser utiliza un tóner, donde tiene la "tinta", formada por pigmentos triturados, convertidos en un polvo aceitoso. Antes de utilizarla, la impresora proyecta mediante un láser lo que queremos imprimir sobre un cilindro fotosensible. Este cilindro pasa por el depósito del tóner y se le pegan los pigmentos en las zonas donde el láser le ha indicado. Cuando llega el papel, los pigmentos se le pegan, dejando sobre el papel lo que queremos imprimir. Después otro cilindro, llamado fusor, fija la tinta al papel de forma definitiva.
El precio suele ser también uno de los factores determinantes a la hora de elegir, pero no debemos dejarnos engañar. Generalmente las impresoras de tinta son más baratas que las láser, pues podemos encontrarlas a partir de 40€, mientras que las láser costarán mínimo 100€. Sin embargo, el problema del coste no es tanto el del precio inicial, sino el de los recambios. Los cartuchos de tinta son caros, muchas veces pueden costar más que la propia impresora. Además, se gastan muy rápido. Por su parte, el tóner de las impresoras láser, aunque es más caro que un juego de cartuchos, tiene una duración mucho mayor, puede imprimir miles de páginas antes de necesitar cambiarlo. El tóner tampoco se caduca ni se evapora, cosa que sí ocurre con la tinta de los cartuchos.
Si vas a realizar muchas impresiones, unas 5.000 mensuales, se recomienda el uso de una impresora láser. Esto es principalmente porque el coste de cada impresión es más barato con las impresoras láser que con las impresoras de inyección y para ese nivel de impresión amortizarás mucho más una láser.
Si lo que buscas es velocidad a la hora de imprimir, lo que necesitas es una impresora láser. Imprimen las páginas a toda velocidad, mucho más rápido que las impresoras de tinta. Sin embargo, tardan algo más en empezar a imprimir la primera página, porque tienen que esperar a que se caliente el fusor.
A nivel de calidad, para imprimir fotografías a color, gana la impresora de inyección de tinta. Las impresoras láser no son tan precisas y por ello no son adecuadas para la impresión de fotografía profesional.
Pero si lo que queremos imprimir es texto en blanco y negro la impresora láser gana por goleada. El resultado de las impresoras láser en texto es mucho más nítido. Además, la "tinta" de las impresoras láser requiere menos tiempo para secarse.
Por otro lado, debes saber que las impresoras láser son más grandes que las de tinta. Si tienes poco espacio, la de tinta será tu aliada. Pero, cuidado, las impresoras de tinta son algo más ruidosas que las impresoras láser. Es algo que también puedes tener en cuenta a la hora de elegir.
Ahora que sabes algo más sobre las diferencias entre las impresoras de tinta y las impresora láser te será más fácil saber qué impresora comprar, según tus necesidades. ¡Espero haberte servido de ayuda!
Fuentes: MuyComputer y About
Fuentes: MuyComputer y About
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